Sesca. (1993): «Ana Lucas Tomás. Presidenta de la Mayordomía de Ntra. Sra. de los Dolores», Cincuenta años de imagen: Mayordomía Ntra. Sra. de los Dolores. 1943-1993. pp 76

«Con los actos del centenario, cerramos una época y abrimos otra».

Son únicas, y no necesariamente por su condición femenina. Sirven de entrante de los desfiles mayores, y aceptan ir por delante, solas y a cara descubierta, rechazando los anónimos a veces cómodos burladeros de vestas, capas y capirotes. Por supuesto, singulares, contribuyendo por ello a esa abrupta gama de contrastes que tanta personalidad confiere a Nuestra Semana Santa.

Son las mantillas. O las peinetas, que lo mismo da. Este año andan de efemérides, al cumplirse el Quincuagésimo Aniversario del primer desfile de la imagen titular de la Mayordomía de Nuestra Señora de 1os Dolores actual, obra del escultor Coullaut-Valera. Una fecha redonda cuya conmemoración, para la activa presidenta de la Mayordomía, Ana Lucas Tomas, había que resaltar con el mayor dinamismo posible.

Cincuenta años no se cumplen todos los días, y para nosotras constituye un doble motivo su celebraci6n, que se refleja en los diversos actos programados.

La revista que editamos tiene principalmente carácter compilador de esta época pasada. Es un tributo al trabajo de nuestras antecesoras y una forma clara de dejar constancia. Con la revista aparece también un libro de poemas de Conchita Martínez Marín.

AI mismo tiempo que, por decirlo de algún modo, pasamos la página a una época, iniciamos otra en lo que estrictamente se refiere al paso al incorporarle un trono diseñado por el aparejador y miembro protector de la mayordomía, Jesús Moya Cartagena. La ejecuci6n del diseño corre a cargo de Gimeno en las tallas, los hermanos Sarabia en la carpintería y tapicería, y en el dorado Isidoro Sánchez

Designada como presidenta en funciones por el Obispado, y elegida democráticamente, el balance de la Junta presidida por Ana Lucas Tomas arroja un saldo positivo de logros y realizaciones, entre las que cabe mencionar la confección de bandera y estandarte nuevos, la recuperación de clarines, la restauración del chasis del carro y la imagen, y el acometimiento del trono nuevo que en primera fase se exhibe este año. Esto, sin olvidar compromisos sociales, o manifestaciones folclóricas como la Feria de Sevillanas.

Este impulso ha contribuido a que en los últimos años falten cirios para atender a las que desean desfilar. Hay mucha gente joven que viene con mucho entusiasmo y que asegura el relevo generacional. Para la presidenta la procesión tiene c1ase «sin que por ello sea c1asista. No hay que olvidar que de lo que en el fondo se trata es de acompañar a la Madre común que lleva un Hijo muerto en los brazos. Y para cualquier mujer es muy natural conectar o identificarse con ese dolor ya que todas somos madres o lo estamos en potencia».

Ataviadas de vestido negro, peina y mantilla -el vestido no se atiene a ninguna regla estética, sino ética, precisa la presidenta-, las desfilantes provocan en su recorrido un callado y respetuoso entusiasmo de admiración al que no son indiferentes.

«En cualquier momento de la vida, le es difícil a una mujer perder el sentido del lucimiento o la coquetería -concede Ana Lucas-, pero salvo algún caso aislado la mujer sabe que no acude a una fiesta de noche. Particularmente pienso que para estar bien no tienes por que gastarte un dineral, y que la sencillez es elegancia».

La reclamación del reconocimiento de la antigüedad de la Mayordomía,

«lo que nos permitiría ir al lado del Consiliario en la Procesión del Entierro», y la escasez de desfilantes en la procesi6n general del Viernes San­to «salir las ultimas conlleva muchas dificultades»,

son dos motivos de preocupación para la Junta que preside Ana Lucas Tomas que esperan superar en breve:

«Daremos los pasos necesarios para conse­guir lo primero -asegura la presidenta- y para reme­diar lo segundo. Pero lo conseguiremos».

De eso no cabe duda, atendiendo al menos al espectacular impulso conferido a la Mayordomía por una mujer entrañable cuyas palabras de mas sentido agradecimiento vuelan al Rabaloche «don­de tenemos la sede» y en particular a la Tienda de EI Pilar, y a los Senen, Paco, Pedrito, empujadores, etc … Así de maja es Doña Ana.